Rosas...

Todo fue tan simple, estaban platicando tranquilamente y ella sin decir ni explicar nada mas, había logrado traerlo a donde quería...

Le había tapado los ojos y el sólo había sentido como subían las escaleras y después era conducido por un pasillo, hasta detenerse y escuchar una puerta abriendose... primero todo estuvo oscuro y de pronto, a través de la venda, noto como un poco de luz y sombras surgían frente a el. La mano de ella había desaparecido por unos segundos...

Poco después escuchó su voz llamándolo, se quitó la venda de los ojos y se quedó sorprendido.

La habitación en la que estaba era amplia, las cortinas cerradas al fondo, un amplio espejo en la pared izquierda, arriba de un tocador, y justo enfrente una cama inmensa llena de pétalos de rosas rojas y rodeada de velas que desprendían un ligero aroma dulce...

De pronto comenzó a escuchar una música tan relajante... seductora, giró la cabeza buscando de donde surgía, al primer vistazo había escapado de su visión un muebele pequeño al lado de la cama sobre el que estaba el celular de ella, de ahí provenía la música... pero y ella..?

Ella...? Ahí... justo ahí estaba, caminaba demasiado cerca de la pared hacia él, habría podido reconocer su manera de caminar donde fuera, la luz de las velas le dejaba ver ese vestido a medio muslo que ella llevaba, sus piernas descubiertas, sus pies calzando unos tacones negros que hacían su caminar aún más sensual...

El baja la mochila que ha estado cargando, no puede quitar la mirada de ella, y tampoco quiere hacerlo...

Deja que ella llegue y lo rodee con sus brazos para atraerlo y besarlo tiernamente, se separa por unos momentos y escucha su voz, apenas un susurro imperceptible:

-"Te gusta?"

El no responde con palabras, le sonríe, la besa de nuevo con mas pasión, la toma entre sus brazos hasta levantarla y comienza a caminar hacia la cama que los espera...