Esta mañana, mientras cruzaba la calle, después de haber sido dado de alta del hospital (estuvo internado desde el 26 de septiembre del año pasado...), el poeta fue sorprendido por un mensajero que le llevaba la triste noticia de que sus resultados eran positivos.
Tras esto, el poeta se quedo sin habla, con la mente llena de los escombros de los sueños que apenas habia logrado construir despues del primer tropiezo que lo llevara al hospital. ¿Era posible que la historia pudiera repetirse? Al parecer así era, y la melancolía que lo embargó lo siguió todo el día.
Dice un amigo cercano al poeta, que éste mandó un mensaje a la única persona que estaba por igual involucrada, pero no recibió respuesta. El poeta dijo después que no había pedido nada, aunque un pequeño rasgo de decepción asomaba en su siempre transparente mirada...
Por la tarde, se le vió caminando con paso seguro, pero la mirada perdida en el vacío, hacia su casa. Fué la última vez que se le vió con vida.
Cerca de las 7 de la noche, su conciencia fué a buscarlo a su habitación, de la cual no había salido desde que regresara de su caminata. Tocó varias veces a la puerta y al no obtener respuesta, decidió entrar con cautela, quizá solo estuviera dormido. No fué así.
Esta noche, el poeta murió de una sobredosis de verguenza, combinada con dolor y desesperanza.
Esta noche, mi poeta murió de tristeza.
Se le extrañara, como a nadie y nadie podrá nunca reemplazarlo. No dudo que llegarán otros, llenos de ilusiones y de sueños por construir, pero el recuerdo de el poeta, vivirá por siempre en la mente de esta, mi pobre alma, que hoy que se quedó sin su lado poeta...
Tras esto, el poeta se quedo sin habla, con la mente llena de los escombros de los sueños que apenas habia logrado construir despues del primer tropiezo que lo llevara al hospital. ¿Era posible que la historia pudiera repetirse? Al parecer así era, y la melancolía que lo embargó lo siguió todo el día.
Dice un amigo cercano al poeta, que éste mandó un mensaje a la única persona que estaba por igual involucrada, pero no recibió respuesta. El poeta dijo después que no había pedido nada, aunque un pequeño rasgo de decepción asomaba en su siempre transparente mirada...
Por la tarde, se le vió caminando con paso seguro, pero la mirada perdida en el vacío, hacia su casa. Fué la última vez que se le vió con vida.
Cerca de las 7 de la noche, su conciencia fué a buscarlo a su habitación, de la cual no había salido desde que regresara de su caminata. Tocó varias veces a la puerta y al no obtener respuesta, decidió entrar con cautela, quizá solo estuviera dormido. No fué así.
Esta noche, el poeta murió de una sobredosis de verguenza, combinada con dolor y desesperanza.
Esta noche, mi poeta murió de tristeza.
Se le extrañara, como a nadie y nadie podrá nunca reemplazarlo. No dudo que llegarán otros, llenos de ilusiones y de sueños por construir, pero el recuerdo de el poeta, vivirá por siempre en la mente de esta, mi pobre alma, que hoy que se quedó sin su lado poeta...

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